domingo, 16 de abril de 2017

¡Probando dulces y snacks asiáticos con @NeryRadioactive!

¡Buenos días encruzijados y encruzijadas! ¿Qué tal las vacaciones? Aprovechando la Semana Santa, quedé con Irene de Flota con un libro para procrastinar un poco. El plan era ir a una librería de segunda mano (cuyas adquisiciones ya mostré por Twitter) y después conseguir algún snack raro en un supermercado chino cerca de allí que conocíamos. Por menos de diez euros, si mal no recuerdo, nos hicimos con bebidas, dulces y aperitivos.
Comenzamos por la bebida, abriendo la botella de abajo. Yo ya conocía ese tipo de formato, aunque tenía demasiado gas y al abrirla nos salpicó por todos lados. El método de apertura es de otra forma, hay que presionar con la tapa el morro de la botella, empujando una bolita que se queda en la primera parte. Era un sabor como a frutas del bosque; no nos gustó demasiado.
Después abrimos la otra botella, esta de plástico. Era una especie de batido de leche y fresa, muy refrescante y se agradeció para calmar sabores de otros productos. No es broma. Estaba bueno, aunque Irene se quedó con la duda del significado del móvil. Bromeamos sobre si era un concurso, porque ella siempre gana en esas cosas.

A continuación abrimos la bolsa con los snacks sabor gamba. Y sí, lo habíamos comprado aposta, a Irene le gusta la gamba y a mí también. Estaba bastante bueno. Como eran muchos, fuimos cogiéndolos entre las otras comidas.
Un precioso taiyaki color rosa sabor fresa. Como solo había uno, lo partimos lo mejor que pudimos. Estuvo muy bueno. El taiyaki es un dulce japonés, aunque este no exactamente uno al uso. Ignorad mis manos.


Después vino lo que en la tienda llamaban "tiras de soja seca con sabor a cerdo". Parecía carne de verdad, enserio. Yo ya había comido antes de eso, pero aún así, nada te prepara para el shock. Ese tipo de aperitivo en verdad es picante. Muy picante. No tanto como para que te mueras quemado, pero si lo suficiente como para que tu boca arda. A mí me gustan esas tiras, aún siendo difícil quitar el sabor de la boca. Por desgracia, no le gustó tanto a Irene.
Para calmar el sabor bebimos el batido de fresa y comimos el mochi. El mochi, para quien no lo sepa, es un pastel de arroz machacado que se convierte en pasta. Concretamente esto es un daifuku, un dulce japonés que consiste en una pequeña bola de mochi rellena. Para mí, no estaban especialmente buenas, he comido mejores.
Y para terminar, dejamos un paquete que contiene tres chicles para un juego. Dos de ellos son dulces, y uno es ácido. Nos comimos uno cada uno y partimos el otro. Al final, no sabíamos cuál era el ácido, porque no era fuerte. Jugué a este juego con otras personas anteriormente, y nos pasó lo mismo. En fin.
Espero que os haya gustado la entrada, un poco diferente de lo habitual. ¿Cuál comeríais vosotros? ¿Por qué? Decídmelo en los comentarios. 
Saludos paganos de Ragnarök.

3 comentarios:

  1. JAJAJAJA, fue una tarde divertida. Habrá que repetir en un futuro, a ser posible sin que nos estalle ninguna botella XD.

    ¡UN BESO ENORME! Me encantó la entrada (y no solo porque salga yo xddddd)

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  2. Holaa, nunca había visto este tipo de contenido en formato blog jeje me ha parecido entretenido y me han dado ganas de probar alguna cosa
    Un besoo 💕

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    1. Yo he visto unos cuantos, aunque lo normal es en YouTube xDD

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